Piedra, papel y...


A: ¿Qué haces?
P: ¿No lo ves? Te tengo atada a una silla y tengo una pistola en la mano, ¿qué crees que va a ocurrir?
A: Pero… ¿Quién coño eres tú?
P: Ains… te voy a tener que lavar la boca con jabón, ¿eh? ¿No me reconoces? – dice con una sonrisa de medio lado y una mirada felina.
A: Pues no… o…
P: Sí, sí, por ahí vas por buen camino.
A: ¿Qué pasa?¿Me lees la mente?
P: No, es que estoy dentro de ti.
A: ¿Dentro de mí?
P: Sí. Bueno, en realidad soy tú.
A: A ver, a ver… - sacude la cabeza – Esto es un sueño, ¿verdad?
P: Puede… o puede que no.

En ese momento P se levanta del sofá en el que estaba sentada para mirar por la ventana de la habitación. Frente a ella un hermoso paseo marítimo salpicado por transeúntes ataviados con chaquetones, bufandas y guantes que disfrutan del frío.

A: ¿Y por qué quieres matarme?
P: Yo no he dicho que quiera matarte – dice sin darse la vuelta.
A: Ah!!! Y… ¿la pistola?
P: No sé, alguien me ha dicho que tengo que llevar una pistola, con una bala y hablar contigo. ¡¡¡Ya ves tú!!! ¡¡¡Hay gente pa’ to’!!!

Se gira y deja la pistola encima de la mesa donde A se pasa horas trabajando día tras día. P la rodea acariciando todo lo que hay encima de ella. Un ordenador de última generación con un documento de word a medio escribir, un bote con bolígrafos de todo tipo, hasta de publicidad, cosa rara sabiendo el estatus que había alcanzado, y, lo que más llamó su atención, un pisapapeles, una piedra blanca que tenía una inscripción con pintura negra “Ibiza. 13 de Julio de 2012. Siempre”

P: ¿La quieres verdad?

De repente sus ojos se encontraron en una profundidad familiar, como si estuviera hablando consigo misma.

A: Más que a nada. Pero la estoy perdiendo…
P: Nunca lo harás.
A: ¿El qué?
P: Rendirte y perderla, no eres así.
A: Yo creo que nunca la tuve y mi forma de ser no ayuda a retenerla a mi lado.
P: Pues esta piedra no me dice lo mismo. No es cuestión de querer retenerla, es que ella no quiere irse…

P se dirige hacia A y la desata. Le coge de la mano y la acerca a la ventana por la que antes ha estado mirando.

P: ¿Qué ves?

A se detiene un momento a observar el mundo que se le muestra delante de ella.

A: El paseo… no sé…
P: Yo veo un mundo de posibilidades y allí, al fondo – dice señalando hacia un punto exacto – Esa parte de ti que has ido olvidando en un rincón, pero que sigue aquí – deja una suave caricia en la sien – Y aquí – señala su corazón.
A: No te entiendo – una lágrima escapa a correr por su mejilla.
P: Sí lo haces.
A: Ayúdame – le suplica cogiéndola de la mano y apretándosela.
P: Mira lo que has conseguido. Eres una escritora de renombre, tienes la solvencia económica con la que siempre ha soñado, esa con la que has hecho que tu familia no tenga que preocuparse por llegar a final de mes, sigues conservando a tus amigos de toda la vida y tienes una casa en cada ciudad que ha marcado tu vida. Y la tienes a ella… la tienes desde mucho antes de lo que tú crees, mucho antes de que te atrevieras a besarla por primera vez en aquella playa de Ibiza. Nunca has hecho caso de lo que los demás opinaban de ti, siempre has seguido los dictados de este que late ahí dentro y ese es el secreto de tu éxito.

A baja la cabeza y suspira. Al levantarla no hay nadie frente a ella. Se gira buscando a P, pero no lo encuentra. De repente una voz:

P: Todo lo has conseguido con esfuerzo, porque sabes lo que quieres, pero, sobre todo, porque eres como eres y ella te quiere así. Mírala… ahí, al fondo, sentada en la arena…

De repente A se encuentra en la playa, a unos metros de un cuerpo que realmente conoce más que el suyo propio. Se sienta a su lado y se miran a los ojos y vuelven a sentir que lo suyo no está muerto.

¡¡¡Pam!!! Los ojos de A se abren de par en par. Sigue en la playa, se mira el cuerpo, el pecho, su ropa. Y ella sigue a su lado, mirándola. A gira la cabeza poco a poco hacia el paseo y… un coche ha reventado una rueda.

P: Ya te dije que no quería matarte… jijiji
A: Cabrona… ¡Qué susto! – sonríe ampliamente sin poder evitar sentir que sigue en el buen camino.

Pili

5 comentarios:

  1. He aquí mi rallada de la semana xDDD

    No sé muy bien qué he escrito... no seáis muy crueles jajaja =p

  2. Mery dijo...

    yo no entiendo el final. Pero tranquila, me pasa siempre. Soy una tolai xD

  3. Taty dijo...

    Un texto muy bonito! Intuyo que va dirigido a alguien determinado, por lo que algunos detalles que no los acabo de pillar, pero está muy bien.

  4. Mónica dijo...

    Pilila, no he entendido el final yo tampoco jajajajajajaja ¿P quién es? ¿Su conciencia o su novia? xDDDDDDDDDDDDDDD me he rallado.

  5. Pili dijo...

    A ver, se supone que P es un personaje... que no existe en realidad porque es la propia A (de autora...)

    Y la novia no tiene nombre... P le abre los ojos a A para que no deje de luchar por lo que quiere y que siga siendo como siempre, que es como ha conseguido todo lo que se ha propuesto.

    Y es normal que haya detalles que no se acaben de pillar. Se supone que el personaje tenía que tener algo nuestro... como no me conocéis, pues no se puede saber todo al 100%.

    Y en realidad no va dirigido a nadie... pq se supone que A y P soy yo (se supone) y yo no tengo a nadie por ahí que sea mi novia jajajajaja

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